Yo voy soñando caminos

Antonio Machado. Nórdica Libros, 18,50 € (96 p) ISBN 978 841806799 0

Paradójicamente, el uso casi publicitario de aquellos versos repetidos hasta la extenuación —«caminante no hay camino, etc…»—, y no siempre bien citados, ha hecho que a menudo se pierda de vista la dimensión más profunda de ese Antonio Machado (Sevilla, 1875- Collioure, 1939) explorador de derroteros luminosos, más no siempre complacientes. La suya es una verdadera metafísica del camino, es pensamiento dinámico que transita de la contemplación a la memoria siempre activa: «…álamos de las márgenes del Duero, /conmigo vais, mi corazón os lleva!», dice el poeta, como intentando fundir esos dos estados irreconciliables, la quietud y el movimiento. De ahí el valor de esta selección de Antonio Rodríguez Almodóvar: se trata de recuperar, paso a paso, las dimensiones más profundas de esa palabra siempre fértil para trazar una especie de mapa, porque Yo voy soñando caminos sigue la ruta vital del poeta: Sevilla, Madrid, Soria, Baeza, Segovia, otra vez Madrid, Valencia y, finalmente, Collioure, el pequeño pueblo francés donde lo alcanzaron casi al vez el exilio y la muerte. Dice el antologista: «Esa doble luz de sus versos está indicando que el camino es una forma doble del pensamiento, como algo que se descubre al andar y otro algo que se sueña». Y tiene razón. Las acuarelas de Leticia Ruifernández que acompañan esta edición hacen su aporte también a esa doble aproximación a la palabra machadiana.