Publishers Weekly en Viñetas: Especial ECC Universo Batman

Hablar a estas alturas de la importancia que un personaje como Batman tiene para la editorial DC Comics es hacerlo de algo obvio y de sobra conocido por todos los aficionados. Su presencia mensual en series y miniseries es bastante importante, algo que se traduce en buenas ventas de cara a las estadísticas financieras. Un éxito del que también se ve beneficiado ECC Ediciones que no duda en aprovechar ese tirón que El Caballero Oscuro tiene también por estos lares. Hoy repasamos algunos de los títulos más recientes que han sido publicados en nuestro país y que cuentan con el defensor de Gotham como protagonista principal o, al menos, algunos de los miembros de la batfamilia.

La primera obra, Batman: Alegría, cuenta con todos los elementos para encandilar a los seguidores del personaje. Una miniserie guionizada por uno de los guionistas del momento, Chip Zdarsky, e ilustrada por un grupo de dibujantes más que competente. Además, la trama consigue aglutinar a un número suficiente de secundarios como para mantener el interés desde la primera hasta la última página. Sin embargo, el punto más interesante del relato recae en la revisión de la relación que se establece entre Batman y Jason Todd, Capucha Roja, la enésima vuelta de tuerca a una amistad que ha dado más de un quebradero de cabeza a Bruce Wayne.

Un Todd cuyo estado y personalidad actual es consecuencia directa de lo que ocurrió en la mítica Batman: Una muerte en la familia, miniserie en la que los lectores pudieron decidir el destino que sufriría el personaje a manos del Joker. Por el título del relato nos podemos imaginar cuál fue el resultado pero ya sabemos la importancia y la consistencia que los decesos suelen tener en el mundo de las viñetas. La resurrección trajo consigo a un Todd mucho más oscuro y violento, sumamente impulsivo, alejándose de manera radical de todo lo que aprendió durante los años de convivencia con Batman.

Ahora, como Capucha Roja, se mueve por los callejones más tenebrosos de Gotham, fundiéndose con una noche tan oscura como su alma y convirtiéndose en un antihéroe de manual que goza del favor del público. Una pieza perfecta para la trama ideada por Zdarsky que parece aprovechar esta oportunidad dando un sonoro golpe en la mesa, presentando de esta manera su candidatura para hacerse con la cabecera principal. Hay una nueva droga en las calles de Gotham que proporciona una alegría extrema al que la consume. Es altamente adictiva y su peligrosa composición puede provocar la muerte. La cosa se complica cuando Todd se encuentra con una mujer que ha sufrido una sobredosis, quedando su hijo en unas circunstancias que le recuerdan a su infancia, empatizando con el chico e implicándose más de la cuenta en el caso.

El guionista nacido en Canadá no se guarda ni una sola carta y, desde el primer capítulo, pone toda la carne en el asador. Juega con el lector mostrándole una serie de piezas que harán que se posicione de parte de Capucha Roja, a pesar de lo errático de sus actos. La lucha interna de Todd con sus propios pensamientos serán el complemento perfecto a la deteriorada relación con Batman, una situación casi extrema en la que los remordimientos, los conflictos del pasado y una infancia destrozada no harán más que echar un poco más de leña al fuego. El dibujante Eddy Burrows se encargará de las escenas que transcurren en el presente y Marcus To se hará cargo de los flashbacks del pasado, una sociedad infalible que hace que cada uno de ellos brille en su parcela respectiva. El resultado final acaba convirtiéndose en una inmejorable carta de presentación para un Zdarsky que actualmente despliega todo su buen hacer en la serie mensual del personaje.

Batman: Alegría
V.V.A.A. ECC Ediciones. 18,95 € (144p.) ISBN: 9788419760227

Uno de los últimos inventos por parte de ECC al que se le está dando un protagonismo más que merecido es la línea Focus. Volúmenes en tapa dura de gran tamaño que suelen centrar su interés en un nombre propio, un dibujante de nuestro país que esté dejando (o haya dejado) huella allende los mares. Jorge Jiménez, Fernando Blanco, Álvaro Martínez Bueno, Carlos Pacheco, Diego Olmos, o Jorge Fornés son algunos de los autores que han tenido ya sus quince minutos de fama, ahora le toca el turno a otro grande, el navarro Mikel Janín del que vamos a poder disfrutar una saga perteneciente a la etapa de Batman (entregas del 9 al 13) enmarcada en el movimiento Renacimiento y que le valió a su guionista, Tom King, a convertirse en un peso pesado dentro de la industria.

En Yo soy suicida vamos a poder acompañar a Batman en su viaje hasta la prisión de Santa Prisca, lugar en el que se encuentra actualmente el villano conocido como Bane. El Caballero Oscuro tendrá que hacer uso de todas sus habilidades e ingenio para poder llevar a buen puerto la peligrosa misión que se ha propuesto acometer, un complicado plan de rescate para el que contará con un grupo de personajes secundarios encabezados por Catwoman y donde podremos encontrar algunos villanos de segunda como el Tigre de Bronce o el Ventrílocuo. Todo ello con una influencia del Escuadrón Suicida y una Amanda Waller que sobrevuela por todas las páginas del relato y que aporta una identidad y unos rasgos bastante marcados que le sientan al guión de King bastante bien.

Mucho se ha hablado y escrito acerca del trabajo del ex-oficial de la CIA en su labor como guionista al frente de la cabecera del Hombre Murciélago. Una parte bastante tóxica del fandom decidió verter todo su odio y bilis sobre una serie que innovó en muchos aspectos, rompiendo con años de “comodidad” y poniendo sobre la mesa algo diferente. Este Yo soy suicida es el ejemplo perfecto de la habilidad de King a la hora de presentarnos una narrativa extraña y premeditadamente confusa, manteniendo al lector en una posición de desconcierto, poniendo especial énfasis en cómo ocurre todo y dejando un poco de lado qué está pasando. De igual manera que en la anterior obra se hacía referencia a una saga clásica, aquí no se puede dejar pasar la ocasión de rememorar algunos de los momentos más conocidos de La caída del murciélago, otro evento de sobras conocido por los aficionados y cuyas consecuencias aún resuenan a día de hoy.

Pero no podemos olvidarnos de Janín, un coloso de los lápices que lleva fascinando en DC desde hace años a lo largo de distintas series como La Liga de la Justicia Oscura o Grayson, título en el que redefinió al personaje de Nightwing y donde comenzó su colaboración con King. No exageramos ni un solo ápice al afirmar que las páginas recogidas en este Focus pueden ser de las mejores que le hemos podido ver al español e, incluso, dentro de la misma serie. No acaban ahí las sorpresas ya que los dibujos, a petición del propio Janín, han sido reproducidos prescindiendo del color, utilizando una escala de grises cuyo resultado final nos va a dejar boquiabiertos en más de una ocasión. Nadie debe perderse las páginas dobles cuya estructura hace que la acción se traslade desde una esquina a la otra del papel para deleite de un lector que no puede hacer otra cosa que no sea frotarse los ojos. Un producto maravilloso que sigue dando alegrías entrega tras entrega.

Focus Mikel Janín – Batman: Yo soy suicida
Tom King y Mikel Janín. ECC Ediciones. 21,50 € (128p.) ISBN: 9788419733450

Seguimos en la misma línea repitiendo guionista y personaje en un volumen, Batman / Catwoman, que a pesar de tratarse de una maxiserie aparte, está considerado el final de la etapa escrita por Tom King en la serie regular del oscuro personaje. Su salida algo apresurada debido a la continua presión ejercida por muchos aficionados, dejó inconclusas muchas de las tramas que habían sido presentadas a lo largo de ochenta y cinco entregas. Este título haría las veces de epílogo, dejando claro a todos aquellos que criticaron su trabajo que King se crece en largas distancias, sabiendo en todo momento qué pretende contar y cuanto necesita para hacerlo.

Una trama que rompía con lo expuesto por Scott Snyder durante Las Nuevas 52, un nuevo enfoque que dejaba claro desde las primeras páginas que estábamos ante algo novedoso que iba a distanciarse bastante de lo visto hasta el momento. El objetivo de llegar a los cien números, cifra autoimpuesta por el propio guionista, no se alcanzaría hasta la publicación del material recopilado en este volumen, una meta que despejaba todos los fantasmas aparecidos cuando se anunció su marcha. Un broche estupendo con el que King recupera todo el crédito que pudiera haberse dejado atrás.

Para lograr todo esto, echa mano de un recurso que le ha servido con anterioridad, dando algunos de los momentos más brillantes de su etapa: la relación existente entre Batman (Bruce Wayne) y Catwoman (Selina Kyle). Un relato cuya acción va a ir saltando a lo largo del tiempo, situándose en distintos momentos del pasado, presente y futuro de la vida de la gata. El primero, siendo una joven villana en Gotham City, compartiendo golpes con gente como El Joker y donde el romance con El Hombre Murciélago da sus primeros pasos entre persecuciones, peleas y algún que otro beso robado. El segundo nos lleva hasta los días en los que la relación amorosa entre ambos personajes es una realidad, un momento dulce que solo se verá interrumpido y amenazado con la aparición de un nombre conocido por su intervención en La máscara del Fantasma, Andrea Beaumont, un antiguo amor que llega para sembrar discordia y caos en las vidas de Wayne y Kyle. Finalmente, también le vamos a echar un vistazo a lo que está por venir, con una anciana Catwoman que, con su marido ya muerto, aprovechará para saldar deudas pendientes con muchos enemigos del pasado. La hija de ambos, Helena Wayne (Batwoman) jugará un papel determinante en estas páginas futuras.

King no nos lo va a poner fácil, contar una historia en la que la acción salta continuamente de un tiempo a otro va a exigir que estemos pendientes de cualquier detalle que aparezca. Los hechos que interconectan estas líneas temporales serán presentados poco a poco, de manera escalonada, desubicándonos continuamente y teniendo que hacer un esfuerzo por no perdernos ante los constantes giros del guión. Bien es cierto que, gracias al buen hacer de King, el viaje fluye de manera natural, encajando todas las piezas en su sitio y mostrándose muy respetuoso con el personaje y con todo lo que ha contado anteriormente. Solo hay que prestar atención al tratamiento que recibe un personaje clásico como es Beaumont.

El estilo dinámico y espectacular de Clay Mann, dibujante principal de la serie, consigue plasmar todo lo requerido en el guión de King, ya sean momentos puramente superheroicos o el noir más exigente. Su estilo lleno de matices aporta una personalidad única a los personajes, siendo el resultado final una amalgama de técnicas que vuela a un altísimo nivel. Las agobiantes fechas de entregas y la inclusión de distintos números especiales va a propiciar que otros dibujantes como Liam Sharp, John Paul Leon, Michael Lark, Lee Weeks, o Walter Simonson se dejen ver por este volumen. Un broche perfecto y necesario que eleva a Tom King hasta lo más alto del ranking de autores que han dejado huella en la historia del Caballero Nocturno.

Batman / Catwoman
V.V.A.A. ECC Ediciones. 41,50 € (432p.) ISBN: 9788419733405

Una de las parejas mejor avenidas y exitosas de cuantas han surgido en los últimos años es la formada por el guionista Jeph Loeb y el tristemente desaparecido Tim Sale. La unión de estos dos autores ha dado maravillas como la saga de colores para La Casa de las Ideas (Spiderman, Daredevil, Hulk y Capitán América) o una de las mejores sagas protagonizadas por Batman y algunos de sus amigos. Lo que empezó con El largo Halloween y siguió con Victoria Oscura continúa con este Catwoman: Si vas a Roma…, una miniserie llamada a rellenar algunos huecos acontecidos entre los dos primeros títulos.

Una saga en la que los bajos fondos y las familias mafiosas de Gotham City van a erigirse como los máximos componentes de una trama ambiciosa y sorpresiva, que nos atrapa y nos sumerge en un submundo peligroso y sediento de poder y venganza. Una familia, los Falcone, con la que parece tener algún vínculo nuestra Selina Kyle, un dato que se deja entrever en Victoria oscura y que se convierte en el motor principal del presente relato, una suerte de spin off en el que Catwoman cambia los oscuros callejones de Ciudad Gótica por los luminosos paisajes de la capital italiana en busca de sus raíces.

Una aventura que sigue las directrices de sus antecesoras pero a la que se le añade un componente noir más intenso, aprovechando al máximo el lado más fatale del personaje. Loeb hace todo lo posible por tejer un misterio que mantenga la intriga hasta el final, algo que logra sin ningún problema, incluso se las ingenia para convertir el guión en una excusa bien elaborada para que hagan acto de presencia una serie de villanos sacados de la extensa galería del murciélago y, cada uno de ellos, aporte su granito de arena al misterio. Para todo aquel que esté familiarizado con el resto de obras del guionista nacido en Connecticut, sabrá que muchos de los elementos que encontramos en este Si vas a Roma… suelen estar presentes en la mayoría de sus cómics, haciendo muy reconocible su estilo y su forma de narrar.

Por su parte, el trabajo de Sale sigue en su línea, a lo que siempre nos tenía acostumbrados. Uno de los mejores narradores que ha dado el medio y cuyo estilo de línea fina y clara se teñía de luces y sombras para convertir sus páginas en toda una maravilla visual. La expresividad del rostro de sus personajes se convertía en una carta de presentación inmejorable para su arte, al igual que su capacidad para aprovechar cada centímetro de viñeta disponible. La fuerza de su trazo no hacía más que elevar el nivel final de cualquier guión en el que participara. Además, tenemos la suerte de contar con esta edición especial en blanco y negro, un invento de ECC con el que el acabado final es más espectacular si cabe y se convierte en uno de los mejores homenajes que se le puede brindar al de Ithaca.

Catwoman: Si vas a Roma… (Edición Deluxe en blanco y negro)
Jeph Loeb y Tim Sale. ECC Ediciones. 24,50 € (160p.) ISBN: 9788419733436

La guinda a este especial la ponemos con una obra perteneciente a la línea que ECC destina a sus lectores más jóvenes, Komodo. Un sello que nos está dando muchas alegrías y donde recala Harley Quinn: Cristales rotos, obra firmada por Mariko Tamaki y Steve Pugh que ya viera la luz de la mano de Editorial Hidra y que el tiempo la ha devuelto a su lugar de origen. Una obra que desde su publicación se ha convertido en referencia para todos aquellos que disfrutan con las fechorías de la díscola novia del Joker.

Una Harleen Frances Quinzel que fue presentada en la mítica serie de animación de Batman y desde entonces, su popularidad, no ha hecho más que subir. Tanto que desde DC no dudaron ni un solo momento en aprovechar este tirón entre los aficionados, algo que se tradujo en otro clásico moderno, Batman: Amor loco, una obra maestra en la que Paul Dini y Bruce Timm ahondan en el origen del personaje. Ahora, Tamaki, nos traslada hasta la adolescencia de Quinn, su llegada a Gotham y sus primeros escarceos con el crimen introduciendo otros nombres importantes como los de la activista vegetariana, Ivy, o el peligroso contestatario, Joker. Evidentemente, son versiones distintas a las que todos conocemos, tal y como ocurre con otros títulos de la línea DC Graphic Novels for Young Readers, nos encontramos con relatos autoconclusivos fuera de continuidad, algo que aporta a sus autores un altísimo  nivel de libertad creativa.

La canadiense hace todo lo posible por renovar la imagen de la alocada Harley, entregando una versión rejuvenecida y en contacto con problemas actuales con los que los lectores puedan sentirse identificados. Identidad sexual, ecologismo, feminismo, racismo, gentrificación, la lucha de clases y una buena dosis de crítica social, una mezcla muy acertada que adorna una fábula urbana en la que el paso a la madurez y las relaciones de amistad se hacen con el control de la trama. El resultado es un relato iniciático para una heroína moderna, una guerrera social que luchará por un movimiento inclusivo más amplio y justo, un mensaje que ataca directamente al poder establecido y a las clases más elitistas.

La sorpresa nos la da Steve Pugh con un estilo completamente renovado, algo diametralmente distinto a lo que le habíamos visto hasta ahora. Unos lápices con un nivel de detalles cercanos al paroxismo se combinan con un uso del color simplemente perfecto para dar como resultado un dibujo de corte realista en el que cada uno de los personajes principales va a estar rodeado de un halo cromático distintivo y acorde con su personalidad. Un disfrute de principio a fin que sirve para eliminar cualquier estereotipo que pudiéramos tener sobre este tipo de material. Sí, puede que estén dirigidos a los más jóvenes, pero el acierto radica en no considerarlos lectores fáciles o poco exigentes.

Harley Quinn: Cristales rotos
Mariko Tamaki y Steve Pugh. ECC Ediciones. 21,00 € (200p.) ISBN: 9788419760609

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