Nueva oleada de novedades publicadas por la editorial ECC que deja bien claro, una vez más, el buen momento de forma que vive el material DC en nuestro país. Títulos muy diversos que, en esta ocasión, encuentra en el Hombre Murciélago su mejor baza para contentar a los aficionados. Empezamos.
Abrimos este especial con un curioso experimento que, al igual que Superman 1978, captura la esencia y la estética de las primeras películas protagonizadas por el oscuro héroe. Batman´89 hace de la nostalgia un arma de destrucción masiva en contra del lector que caerá rendido ante el despliegue de viñetas facturadas por Sam Hamm y Joe Quinones. Una idea tan simple como efectiva, continuar con todo lo mostrado en aquellos largometrajes respondiendo a la eterna pregunta “¿qué habrá sido del personaje si esa línea argumental hubiese continuado?”.
Gracias a estas miniseries parece que ese tipo de dudas pasarán a mejor vida. Desde la editorial han querido mimar el producto y no han dudado ni un solo segundo a la hora de poner frente a los guiones a Hamm, guionista de las dos primeras producciones dirigidas por Tim Burton. La elección parece ideal ya que no hay nadie mejor posicionado para continuar todas las tramas planteadas en la gran pantalla. Si los tebeos que contaban con el Hijo de Krypton como protagonista absoluto se ubicaban tras los dos primeros films, con Batman se ha decidido continuar la acción tras lo narrado en la primera cinta, dejando de esta manera invalidada su posterior secuela.
Resulta bastante lógico que, lo que vamos a leer en este volumen, aproveche lo que Hamm dejaba entrever en sus primeros guiones. Sí, Batman va a tener sus momentos a lo largo de las páginas, pero una vez finalizada la lectura nos damos cuenta que el protagonista principal es Harvey Dent cuya aparición en pantalla no llegó a ser culminada con la consecuente transformación en Dos Caras, algo que sí ocurre en estas viñetas. La caída de Dent al infierno se materializa en ese villano bipolar y que hará de su vida una constante dualidad.
Dos Caras pero también Robin, Bárbara, Alfred, Catwoman o el comisario Gordon, una galería de personajes absolutamente infalible que aportan su granito de arena para hacer aún más trepidante una trama deliciosa que gana en intensidad gracias a su planteamiento y al ritmo trepidante que el guionista imprime desde la primera página. Quinones, por su parte, ofrece un espectáculo cartoon más que interesante, esforzándose para que sus dibujos se parezcan a todo lo visto en las salas de cine con un buen puñado de muecas y expresiones faciales marca de la casa. Un entretenimiento mayúsculo que nos va a quitar de encima algunos años.
Batman 1978
Sam Hamm y Joe Quinones. ECC Ediciones. 18,95 € (144p.) ISBN: 9788419279996
No nos vamos muy lejos para la siguiente referencia, nos quedamos en Gotham con sus habitantes pero cambiamos de equipo creativo, el formado por Gary Whitta y Darick Robertson que nos traen este Batman: Fortaleza, un relato fuera de continuidad y donde nuestro apreciado héroe va a tener que hacer frente a una invasión alienígena. Todo comienza con un apagón a nivel mundial provocado por una raza extraterrestre que viene a la Tierra con el objetivo de buscar al último descendiente de La Casa de El. ¿Los motivos? Se irán conociendo a medida que avancemos en la lectura, manteniendo el suspense y la intriga hasta las últimas páginas.
Solo existe un pequeño problema, nadie sabe dónde se encuentra Superman. Una vez presentada la misión, toca poner remedio. Batman se pondrá al frente de un grupo formado por compañeros de La Liga entre los que se encuentran Aquaman, Wonder Woman, Hawkman o Flash y cuyo cometido será la búsqueda del kryptoniano. La primera parada, como no podía ser de otra manera, será la Fortaleza de la Soledad. Resulta curioso que, al igual que en Batman´89, el protagonista principal de la historia no es el defensor de Gotham. Bien es cierto que el alter ego de Bruce Wayne es el encargado de hacer avanzar la trama pero es el bueno de Clark el que, con su ausencia, consigue que todo gire a su alrededor.
El que fuera guionista de El Libro de Eli y co-desarrollador de Rogue One, entrega un relato donde nos muestra a un Batman haciendo uso de su capacidad de liderazgo, capaz de erigirse como jefe de sus compañeros y dar órdenes, sin arrugarse lo más mínimo, a auténticos dioses. Una visión novedosa del personaje que se aleja un poco a la del gran detective que estamos acostumbrados a ver de manera recurrente. La parte artística está cubierta por un viejo conocido, el que fuera dibujante de Transmetropolitan o The Boys, Darick Robertson, que con su estilo inconfundible realiza un trabajo digno de mención. Alejándose de convencionalismos super heroicos, su trazo de línea curva nos recuerda al mejor Vertigo, aquel que brillaba por su oscuridad y un uso acertado de las tintas, aplicadas aquí por el propio Robertson. El resultado es otro motivo más por el que Batman es el personaje estrella de DC, haciendo funcionar la mayoría de las aventuras en las que hace acto de presencia.
Batman: Fortaleza
Gary Whitta y Darick Robertson. ECC Ediciones. 23,50 € (208p.) ISBN: 9788419626769
Para el que aún tenga dudas de lo afirmado un poco más arriba solo hay que echarle un vistazo a Batman: El hijo de los sueños, obra que vio la luz originalmente allá por el año 2000 y cuyo máximo atractivo radica en ver el trabajo de Kia Asamiya, autor japonés en cuyo currículum podemos encontrar títulos como Silent Möbius o Nadesico. Para redondear el resultado final, en los créditos va a lucir el nombre de Max Allan Collins, reputado novelista que ha trabajado en un sinfín de editoriales y que aquí se encargará de adaptar la obra al público americano. Una propuesta muy original que ECC Ediciones ha vuelto a poner en circulación gracias a su reciente reedición.
El uso de la galería de personajes va a estar a la orden del día para hacer de este relato una lectura a recordar. Una periodista japonesa viaja hasta Gotham City para entrevistar a Batman, una misión un tanto difícil si consideramos la vida tan ajetreada del personaje. Aún así, la joven periodista viaja un buen trecho para intentarlo al menos. Sin embargo, una vez que llega al aeropuerto y pone un pie en suelo gothamita, va a darse cuenta de la cantidad de peligros que se esconden en la oscura ciudad. Dos Caras, Catwoman, El Pingüino o El Joker son solo algunas de las caras conocidas que se van a dejar ver por aquí. Pero hay algo que no encaja, su comportamiento no es el esperado.
No tardaremos en averiguar que, el motivo de todo esto, no es más que una nueva y potente droga que altera el ADN de todo aquel que la consume. El resultado, por muy increíble que pueda parecer, es la transformación en algunos de estos villanos. A partir de este momento, la versión de Batman que va a acaparar cada una de las viñetas en las que aparece es aquella en la que ejerce como el mejor detective del mundo, ese investigador infalible que no decae hasta obtener las respuestas que busca. La relación que se establece entre la periodista y el héroe y los distintos puntos de vista que van surgiendo sobre la marcha supone algunos de los mayores aciertos del relato.
También habría que dejar claro, para evitar sorpresas posteriores, que Batman: El hijo de los sueños no es un cómic americano facturado por un autor japonés. Para bien y para mal, estamos ante un manga protagonizado por un personaje americano. ¿Qué significa esto? Asamiya no se va adaptar a lo “dictado” por DC, el mangaka hace suyo al personaje y, con todos sus vicios y virtudes, lo sumerge en ese estilo tan característico donde la narrativa, los argumentos o los giros de guión se mezclan con un trazo punzante, tremendamente dinámico y de gran potencia visual. Lo que nadie puede negar es la evidente pasión que el autor nacido en Kitakami profesa hacia el Hombre Murciélago y, más concretamente, a aquel que Michael Keaton desarrolló en la gran pantalla. Una mezcla que, a priori, parecía imposible pero que una vez leída supone un acierto pleno. Tanto que, hoy en día, se ha convertido en una práctica habitual en las grandes editoriales el “prestar” a sus personajes estrella para que grandes nombres del manga den su propia versión de ellos.
Batman: El hijo de los sueños
Kia Asamiya y Max Allan Collins. ECC Ediciones. 40,00 € (352p.) ISBN: 9788419626752
Toca adentrarnos en otro género que desde hace ya algún tiempo está gozando del favor de editoriales y aficionados: el terror. DC parece haber captado este ansia por las historias que erizan los pelillos al respetable y han decidido apostar en forma de sello, DC Horror, para que los autores puedan dar rienda suelta a sus fantasías más truculentas. Fontanero de almas es la primera referencia que llega por estos lares con la mencionada etiqueta y hay que admitir que no ha podido empezar con mejor pie ya que estamos ante una miniserie tan gamberra como alocada y descacharrante, una mezcla imposible que termina funcionando a la perfección para disfrute del lector.
Edgar Wiggins es un antiguo estudiante que se estaba preparando para convertirse en cura, un sueño que tenía desde pequeño puesto que su infancia la pasó delante de la pantalla de la televisión viendo una película cuyo protagonista era un sacerdote experto en artes marciales. Alguien en el seminario parece haberse dado cuenta que algo no está bien en la cabeza de Edgar por lo que no han dudado en expulsarlo de allí. Truncada sus aspiraciones eclesiásticas, termina trabajando en una gasolinera como dependiente, un sitio en el que conocerá a los Fontaneros de almas, un grupo de timadores que se mueven por todo el país sacando el dinero a los pobres incautos que decidan apostar por los planos de una máquina de hacer exorcismos. Nuestro protagonista termina haciéndose con dichos planos y construye su propio artefacto, una chapuza que abrirá un portal interdimensional por el que llegará una criatura llamada Blorp.
Los encargados de pergeñar esta delirante aventura es un grupo de guionistas formado por Marcus Parks, Henry Zebrowski y Ben Kissel, debutantes todos ellos en el mundo del cómic pero juntos desde hace años realizando el podcast The Last Podcast on the Left. Se permiten el lujo de introducir entre todas las barrabasadas que se les ocurre algo de crítica social y religiosa pero lo que más va a predominar son las referencias escatológicas, los desmembramientos y el humor macarra inspirado en el Garth Ennis más pasado de tuerca. Contar con John McCrea y PJ Holden ayuda a esta comparación, dos antiguos colaboradores del guionista irlandés que aquí ponen sus habilidades pictóricas al servicio de una historia cuyo tono le viene como anillo al dedo a sus estilos sucios y desenfadados. La mezcla resultante compuesta por una ingente cantidad de humor negro aderezado de pinceladas de gore salvaje va a hacer que pasemos un buen rato de entretenimiento descerebrado. Sangrientamente disfrutable.
Fontanero de almas
V.V.A.A. ECC Ediciones. 19,95 € (152p.) ISBN: 9788419626974
El punto y final de este especial lo vamos a poner con una obra maestra aparecida hace poco y que ha obtenido el tratamiento Focus por parte de ECC con una edición en tapa dura a mayor tamaño del habitual que cuenta con una cantidad de extras bastante importante. Un Focus – Jorge Fornés: Rorschach que recoge la maxiserie ilustrada por el dibujante catalán y guionizada por uno de los nombres importantes de la editorial, el ex-oficial de la CIA, Tom King. Un producto que ha sido supervisado por el propio Fornés y en el que también vamos a poder encontrar una entrevista en la que se desvelan muchos de los entresijos que se esconden tras la serie.
A pesar del título que vamos a encontrar impreso en la portada del volumen, lo que nos vamos a encontrar difiere de lo que ya se mostró en el anterior acercamiento al inmortal relato de Alan Moore y Dave Gibbons, Watchmen. Si en aquel experimento, Before Watchmen, se “jugaba” con todos los personajes de la serie original, ahora se va a aprovechar el universo creado por la pareja de autores, tomando prestados los elementos que ayudaron a conformar todo el contexto histórico para contar algo completamente nuevo. Una estrategia que ya fue utilizada con sobresalientes resultados en la serie televisiva creada por Damon Lindelof y que no dejó indiferente a nadie, demostrando que no hay que recurrir una y otra vez a lo utilizado con anterioridad para sorprender y convencer al aficionado.
Una historia que se ubica unos cuarenta años después del famoso plan de Ozymandias y la inolvidable resolución con criatura mediante. Nos encontramos en plena campaña electoral por la presidencia de los Estados Unidos en la que los dos candidatos hacen todo lo posible para hacerse con el poder. Por un lado tenemos al Presidente Redford, ex-actor durante la guerra de Vietnam, que aspira a ser reelegido, por el otro nos vamos a encontrar con un aspirante republicano que parece no contar con el apoyo necesario para llegar hasta la Casa Blanca. Entre los ciudadanos, el espíritu Rorschach parece haber calado bastante, hasta el punto de convertirse en un símbolo de la justicia. Tanto, que ha surgido una nueva figura que porta toda la indumentaria del justiciero y, acompañado por una joven disfrazada de vaquera, van a intentar asesinar al candidato.
Este plan va a terminar siendo abortado y va a dar lugar a una investigación dirigida por un detective privado para arrojar algo de luz a lo que parece ser una conspiración de alto nivel en toda regla. Hasta aquí los elementos con los que va a contar King para tejer una trama apasionante e intrincada a partes iguales. Su estilo a la hora de narrar, ese que tantas y tantas discusiones ha originado entre los aficionados, se antoja perfecta para mostrar un escenario sacado del mejor noir, desordenando los acontecimientos y revelando detalles hasta desgranar un misterio mayúsculo y descomunal. La habilidad de King para sacarse de la chistera unos Estados Unidos en los que fueron ellos los vencedores en la Guerra de Vietnam y en los que un calamar gigante terminó con todos los superhéroes queda patente desde las primeras páginas de la serie, haciendo que todo funcione a la perfección, captando la atención del lector y exigiendo que esté atento a cualquier detalle que aparezca en la página.
Uno de los puntos más llamativos de Rorschach es, sin lugar a dudas, la metareferencia al mundo del cómic, una forma de homenajear a la industria y a sus creadores utilizando una trama protagonizada por el personaje Poncio Pirata. Al igual que ocurría en la serie original con aquellos Relatos del Navío Negro, aquí se va a usar a Poncio como el vehículo idóneo para referenciar multitud de elementos que giran en torno al Noveno Arte, desde autores hasta ese rincón de la cultura popular que no para de crecer y hacerse cada vez más conocido por todos. Una obra que no sería lo que es si no contara con las ilustraciones de un Jorge Fornés absolutamente desatado. Sus portadas, la planificación de las páginas, la disposición de las viñetas, el diseño de los personajes, la narrativa metamórfica, el respeto por el trabajo previo de Gibbons, todo se junta para dar como resultado uno de los trabajos más apabullantes que nos hemos podido echar a la cara en los últimos años. Contar con una edición de mayor tamaño como este Focus, se convierte en el invento perfecto para poder apreciar en su justa medida el arte de un dibujante que está llamado a convertirse en un referente dentro del mundo de las viñetas, un maestro que, suponemos, seguirá dejándonos con la boca abierta con sus obras futuras. Puede que sea demasiado pronto para afirmar con rotundidad que estamos ante un antes y después dentro del cómic de superhéroes, siempre que consideremos Rorschach como tal, pero nadie puede negar que la sociedad King / Fornés ha surgido para volarnos la cabeza.
Focus – Jorge Fornés: Rorschach
Tom King y Jorge Fornés. ECC Ediciones. 36,50 € (320p.) ISBN: 9788419626127