Muertes imaginarias

Roberto Castillo, Laurel Editores (Costa Rica), 13,50 € (128 p) ISBN 978 956945058 7

«Las existencias malogradas y los proyectos fallidos representan, acaso con mayor exactitud, la trayectoria de una vida», asegura Gabriel Meredith, editor de Caveat Lector, revista independiente de cultura y arte que decide reunir las necrológicas más destacadas de 2020, un año tan impredecible y marcado por la tragedia. Un herpetólogo colombiano, el enólogo responsable de la cosecha milagrosa que dio lugar al mejor vino del mundo, una prolífica escritora con polio encapsulada en un pulmón de acero, la inventora de «La cámara indiscreta» y el guardián de los secretos de Sigmund Freud son algunos de los homenajeados por esta revista, que reconstruye sus vidas, sus andanzas carambolescas y sus «logros someros» a través de una serie de reportajes, entrevistas y fotografías que dejarán confundido y fascinado al lector, entre los límites de lo real y lo ficticio. Muertes imaginarias de Roberto Castillo (Chile, 1957) resulta un libro entrañable, polifónico y lleno de humor, que capta la tensión y la esencia huidiza de lo chileno, al mismo tiempo que se divierte y «chileniza» los famosos obituarios del New York Times. Con un collage de influencias que van desde Marcel Schwob y Ernest Hemingway a Los Prisioneros y Mon Laferte, y con el coronavirus como uno de los personajes invitados junto a Mario Vargas Llosa, Roberto Castillo le devuelve la esperanza al relato breve «ante el avance arrollador de la autoficción» en el mercado editorial. Sin lugar a dudas, uno de los mejores libros que hemos leído.