Eduardo Halfon. Ediciones Godot (Argentina). 10,30 € (88p) ISBN 978987408689 1
Algunos historiadores sugieren, que la creación de las primeras bibliotecas, marca el final de la prehistoria y el inicio de la historia humana inscrita. Eduardo Halfon reflexiona acerca de los libros que nos acompañan, de aquellos que encuentran un lugar y no es precisamente una repisa. Entre estos aparentes -papeles dispersos- encontramos el hilo que seguiremos en su laberinto personal, explorando las más variadas colecciones: libros de viejo, piratas o de cabecera. Durante el recorrido nos cuestionamos ¿quién quiere una biblioteca llena de libros ya leídos?
La biblioteca bizarra desborda realidades hostiles, nos hace conscientes de nuestra movilidad, de que no estamos atados a un punto fijo en la historia, sino que nos desplazamos dentro de ella, y eso hace posible recuperar “cosas olvidadas en el tiempo o en el silencio.” A lo largo de estos textos, el autor guatemalteco ejerce y comparte las particularidades de leer, escribir y traducir.Además, provoca de manera inevitable que pongamos la mirada en nuestros propios libros, para buscar el adjetivo que exprese su cualidad, estado o actitud esencial.
Halfon nos lleva por universos equidistantes, revela temores y ansiedades desatados por lo inimaginable que resulta la paternidad, al tiempo que traduce desde la más difícil sencillez estructural, la poesía de William Carlos Williams. El escritor se reconoce en lo que cuenta, vemos las cosas como él las ve, incluso cavila sobre el final de su existencia y deja en la cabeza del que lee, la melancólica imagen de alguien escudriñando su biblioteca personal después de su muerte.