Juntos e independientes: las claves del grupo Contexto

Doce años de la asociación en la que colaboran cinco sellos: Impedimenta, Libros del Asteroide, Nórdica, Periférica y Sexto Piso

Con el plan conjunto en Latinoamérica esperan colocar el 30 por ciento de sus ventas en ese mercado

Ahora que son tiempos de horizontes estrechos, un grupo de editores rememoran cómo hace doce años el mundo del libro tenía unas perspectivas más amplias, que seguirían siendo de no ser por esta pandemia que todo lo impregna. En aquella época, en aquel lejano 2008, se celebraba la Feria del Libro de Madrid, como siempre, aunque esta expresión también hay que ponerla bajo cuarentena ahora que todo se suspende y se pasa a internet. Una serie de pequeños editores independientes decidieron unirse para compartir el gasto que les suponía asistir al evento. Así nació el grupo Contexto, constituido como asociación cultural y que, con pequeñas variaciones, ha llegado a nuestros días uniendo a cinco de las editoriales independientes más importantes de España: Impedimenta, Libros del Asteroide, Nórdica, Periférica y Sexto Piso.

Principios de septiembre. Publishers Weekly en Español reúne a cinco de los editores independientes más importantes en lengua española. El encuentro se produce en la biblioteca pública Eugenio Trías del parque de El Retiro, muy cerca, por tanto, de donde se celebra la Feria del Libro, el evento que motivó la creación de Contexto. Los muros de la antigua Casa de Fieras sirven ahora de biblioteca y acogen un pequeño patio que se debate entre las ruidosas arterias urbanas que rodean el parque y la tranquilidad y el frescor que proporcionan los árboles de este inmenso jardín madrileño. Allí se sucede la charla con cinco amigos que un día decidieron ser más fuertes sin perder un ápice de su personalidad como editores. 

“El origen de la asociación era un tema práctico, ir a la Feria del Libro, porque por nuestra cuenta no teníamos músculo para ir”. Toma la palabra Enrique Redel, de la editorial Impedimenta, que recuerda unos inicios en los que tampoco tenían muy claro lo que Contexto iba a ser años después. “Poco a poco nos dimos cuenta de que realmente podríamos hacer cosas los cinco que no nos podíamos plantear por separado”, añade. 

“En principio fue una relación informal que después se formalizó”, explica Santiago Tobón, de Sexto Piso, editorial hispano-mexicana, lo que le permite tener mayor presencia en Latinoamérica que sus cuatro colegas. “Todo empezó porque nos relacionábamos por diferentes motivos, estábamos en la misma distribuidora, coincidíamos en reuniones, en charlas, en eventos… Nos preguntábamos por un traductor o con quién imprimíamos”. 

“Hace doce años éramos tan pequeños —apunta Diego Moreno, de Nórdica— que, pasado este tiempo ahora la pregunta sería cómo no iba a surgir esto”. Paca Flores, de Periférica, agrega que enseguida advirtieron la necesidad de profundizar en la relación: “Nos dimos cuenta pronto, cuando empezamos a colaborar juntos todos teníamos tres o cuatro años de vida. Y vimos que era importante colaborar”. “Podríamos hacer algo que no hubiéramos hecho cada uno por nuestro lado”, ratifica Luis Solano, de Libros del Asteroride. 

El lector ve cinco editoriales distintas. Y lo son, desde luego, pero realizan campañas conjuntas y comparten estructuras. “Hacemos dos o tres campañas por año para librerías en España. Depende del año, pero suelen ser por el Día del Libro, verano y Navidad. Al final son campañas que lo que intentan es que haya mayor exhibición de los fondos”, explica Luis Solano. 

El evento central sigue siendo aquel por el que nacieron: la Feria del Libro de Madrid. Comparten espacio y muchas veces hasta recomendaciones, unos venden lo de otros y tienen un catálogo conjunto. Y además de vender, está el contacto con el lector. La feria de Madrid y otras más pequeñas son el momento “de recoger las opiniones directas de los lectores. A veces te enteras hasta de cosas que pasan desapercibidas para ti, por qué un libro funciona y otro no”, dice Paca Flores. 

“La feria te da una información que es imposible encontrar de otra manera y especialmente la de Madrid por el volumen que tiene y la cantidad de gente que se acerca”, tercia Luis Solano. 

Y hacen sus pequeños análisis de cómo respira el mercado porque, como dice Enrique Redel, para empresas pequeñas como las suyas “es muy difícil hacer investigaciones de mercado y eventos como la Feria es el único momento en el que tienes un círculo de clientes con los que relacionarte”.

En su actividad comercial quieren también consolidarse en Latinoamérica, donde es más importante si cabe ese concepto de unión que han desarrollado en España. Salvo Sexto Piso, que tiene fuerza en México y un pie en Colombia, la presencia de Latinoamérica dentro de su negocio de las otras cuatro ronda el quince por ciento. Pero hace año y medio elaboraron un plan que supondría un cambio de mentalidad y cuyos resultados preveían a medio plazo alcanzar el treinta por ciento. Y todo en tan solo cuatro o cinco años. El plan pasaba por enviar mayor cantidad de libros, imprimir en Latinoamérica o trabajar con precio local y no de importación. Las cosas no iban mal, pero llegó el coronavirus y cortó las expectativas. “El mercado funciona bien, pero este año… un poco peor”, dice Diego Moreno. Aunque poco a poco van poniendo adjetivos más dramáticos. “Demolido”, afirma Santiago Tobón: “Quien dependa mucho de América va a tener un año terrible”, añade el responsable de Sexto Piso.
De todos modos, los cinco esperan que el coronavirus sea solo un paréntesis tras el cual continuar con el plan de expansión latinoamericana. En ese mercado las editoriales compartían hasta ahora distribuidor y ahora funcionan como un pack, también van a ferias de forma conjunta. Enrique Redel explica que además de buscar un exportador y luego un distribuidor allí lo importante era crear una infraestructura. ¿Cuál era el problema? El tamaño, de nuevo. Así que ahora la han montado, con representantes de prensa o de atención a las librerías. 

Pero no todo es una cuestión de tamaño. Junto a la dimensión empresarial a estas cinco editoriales les une su visión del mundo editorial. “No somos editoriales cortoplacistas. Somos todos editores de catálogo. Buscamos que ese catálogo sea diferente, que la gente vea las relaciones internas que tiene”, explica Luis Solano. 

Y esa visión se plantea también en su relación con otros agentes del sector del libro, entre los que destacan, claro está, las librerías, sobre las que tienen editados un mapa de Madrid y otro de Barcelona. “Con la librería pequeña compartimos filosofía. Ella y nosotros somos empresas que tenemos claro cuál es la labor cultural que estamos realizando”, subraya Solano. 

Ninguna de las editoriales de Contexto vende de forma directa en sus webs y lo que hacen es remitir desde ellas a la venta online en librerías para lo que esperan que se consolide la plataforma todostuslibros.com, que pertenece al sector y que ha sido promovida desde la Confederación Española de Gremios y Asociaciones de Libreros (Cegal).”Somos militantes de la cadena de valor del libro y de que los libros de papel se venden en librerías”, señala Paca Flores. “Necesitamos que la plataforma todostuslibros.com termine de cuajar —tercia Enrique Redel—. Tenemos bastantes visitas a la web y transformar esas visitas en ventas tiene que ser a través de ella”.

¿Y qué supone entonces el fenómeno Amazon? Pues es su principal cliente y se da la paradoja de que siéndolo no tienen ningún tipo de contacto con él. “Es evidente que si aparece un actor que se va comiendo la venta física, ese tejido de librerías va a sufrir y eso no nos interesa; no por manías tecnológicas o políticas, sino porque si se va reduciendo la venta física también se reduce la posibilidad de exponernos ante nuestros lectores”, señala Solano. 

Sí tienen relación con otras grandes cadenas, como Fnac o El Corte Inglés, “y hay también grandes libreros en ellas”, apunta Paca Flores. Pero, de todos modos, la librería independiente sigue siendo su más fiel compañera de viaje. “Por filosofía estamos más cerca de ellas. Convivimos con todas las cadenas, pero tenemos mas afinidades con las pequeñas y queremos mantener ese tejido que siempre nos ha apoyado”, señala Santiago Tobón

Con las librerías la comunicación es continua. “Lo fundamental es siempre la exhibición, pero eso lo hacen”, subraya Digo Moreno. “A veces nos gustaría que el miedo que tienen a algunos de nuestros libros fuese un poco menor, porque luego si los cuidan, los acaban vendiendo”.  “Quizá los grandes grupos tienen más capacidad para inundar las librerías que nosotros, pero eso a veces genera una devolución enorme de las grandes corporaciones que no ocurre con los nuestros”, añade. 

Enrique Redel subraya que las pequeñas editoriales controlan muy bien las tiradas, por lo que sus devoluciones son menores. “Sabemos hasta dónde podemos llegar”. Y ahora, con la Covid-19 golpeando, llegar es complicado. “El horizonte es corto. Sabes lo que hay en un mes o mes y medio. Tenemos libros planeados, pero el nivel de absorción del mercado ha disminuido”, dice el editor de Impedimenta. Así que hay que ir día a día y, aquí coinciden todos: “Hay que ser más prudentes”. Afirman que el nivel de colocación en las librerías ha bajado, aunque las ventas por libro colocado hayan subido. 

Pero la cadena del libro tiene más patas. Ahí están las administraciones públicas, siempre tan dispuestas a apoyar y siempre tan esquivas cuando hay que hacer realidad ese apoyo. Están también las bibliotecas, a las que los editores piden, como el resto del sector del libro, que compren y que lo hagan directamente a las librerías. 

En cuanto a la administración, se podrían hacer un montón de reivindicaciones, pero todas se pueden resumir en una: que cree lectores. “Hay que aumentar lectores a través de la educación”. “Ahora estamos en un momento fundamental, como una bisagra, sale a la luz que hay muchísimos más problemas que soluciones. La lectura no se puede dejar al azar porque de eso depende nuestro futuro”, afirma Paca Flores. 

Facebook
Twitter
LinkedIn
Pinterest