Jean-Marc Besse, traducido del francés por Pablo Cuartas y Andrés Vélez Posada. Universidad Santo Tomás, Universidad de Guadalajara y Luna Libros (Colombia) 12 € (256 p) ISBN 978 958888730 2
Nuestro mundo está deteriorado. Aturden las amenazas ecológicas y económicas, es decir, humanas: los trastornos climáticos, la terrible disminución de la biodiversidad vegetal y animal, las múltiples formas de contaminación y la degradación de lo que todavía nos atrevemos a llamar “elementos naturales”. Pero también, y sobre todo, el aumento alarmante de las desigualdades sociales y urbanas, y la ligereza, e incluso el cinismo consciente de algunos dirigentes de grandes Estados: estamos sumidos en la intranquilidad. ¿Es posible todavía habitar este mundo? ¿Pero dónde? ¿Cómo? Necesitamos nuevos mundos, pues los marcos tradicionales de nuestras existencias se alejan brutalmente.
Hoy es necesario redescubrir el significado del verbo habitar. Para ello, debemos describir con atención los gestos, las decisiones, los hábitos, los lugares, los momentos y los recuerdos por los cuales sentimos que habitamos el mundo y que el mundo es nuestro. Estamos en la obligación de reencontrar, o de defender, ese sentido del mundo que coincide con el sentido del habitar. Se trata de reconocer la nobleza de los territorios que habitamos tal y como los habitamos. No podemos habitar sin la amistad de los lugares, del mundo, sin esa simpatía o amabilidad que nos permite estar en ellos, pero también resonar con ellos. Una reflexión no sólo brillante sino urgente en los tiempos que corren.