El Fuego

David Rubín. Astiberri. 35 € (256 p.). ISBN: 9788418909511

Hemos tenido que alcanzar el mes de diciembre para poder deleitarnos con uno de los bombazos editoriales que permanecían en secreto hasta hace bien poco. Un trabajo colosal firmado por uno de esos autores que, tal y como aparece su nombre impreso en la portada de algún volumen, uno deja lo que esté haciendo en ese momento y le dedica toda la atención que se merece. A nadie le va a coger por sorpresa la calidad que viene desplegando el orensano David Rubín en los últimos años pero lo que nos espera en El fuego va a descolocar a más de un lector. Recién salido de imprenta y tan explosivo como uno de los elementos de la trama, este monumento al buen gusto en viñetas aparece tan solo un mes después de haber disfrutado a base de bien con Cosmic Detective (Astiberri, 2022), un noir marciano facturado junto a dos pesos pesados del cómic mainstream americano, Jeff Lemire y Matt Kindt, que también ha formado el suficiente revuelo en el mundillo como para que Rubín vuelva a estar en boca de todos.

No es para menos, ambas obras son de las que dejan un poso inmejorable en el lector, pero El fuego es especial puesto que se trata del trabajo como autor completo de un David en estado de gracia, más maduro y más artista de como se mostró en El Héroe (Astiberri, 2011-2012), último título en el que se hacía cargo de todas las tareas artísticas y que ya cuenta con diez años a sus espaldas. ¿Cómo definirlo? No es tarea fácil ya que estamos ante un relato de ciencia ficción con tintes apocalípticos pero que supone una profunda reflexión acerca de los sentimientos, la familia y del papel que desempeñamos en la vida. Para añadir un poco más de dificultad a la acrobacia, todo estará canalizado a través de un personaje de dudosa moral, cuyos actos no pueden ser más reprobables pero que el destino ha querido convertirlo en el salvador de la humanidad.

Alexander Yorba es un reputado arquitecto que parece estar viviendo los mejores momentos de su vida profesional y privada. Todo va a verse alterado con la llegada de un asteroide que, en poco tiempo, acabará con la vida en el planeta. Yorba es el elegido para diseñar y construir una colonia en La Luna, un lugar en el que la humanidad pueda pervivir ante la inminente destrucción de La Tierra. Durante el proceso será diagnosticado con un tumor cerebral que se encuentra en un estado bastante avanzado, tanto, que los meses que le restan de vida coinciden con los que faltan hasta la fatal colisión. Una noticia que cae como una bomba en su ajetreada existencia provocando un replanteamiento en todos sus valores y metas, tanto personales como laborales. Ello supondrá el abandono de todo lo relacionado con la colonia lunar y comenzará un acercamiento hacia su familia, su mujer Dasha y la pequeña Ava, que por distintos motivos, había decidido apartarlas y con las que apenas tenía contacto.

A partir de este momento, la vida de Alexander se convertirá en un odisea sin rumbo, roto en todos los aspectos de su vida, una huida hacia delante en la que no faltarán obstáculos en forma de demonios internos. Rubín maneja el tempo de la trama de manera maestra, sabiendo dosificar a la perfección las largas escenas de diálogos con los momentos de violencia extrema en la que el asteroide es el principal protagonista. Nos atrapa en la primera página y no nos suelta hasta haber llegado al final de las casi doscientas sesenta páginas que conforman el relato, un maratón de emociones que nos dejará impactados momentos después de su finalización, un torbellino de ideas, una apisonadora de sensaciones, El fuego va a remover algo dentro de nosotros. Todo ello deliciosamente ilustrado, desplegando un estilo que bebe de innumerables fuentes y cuyo nivel es, sin lugar a dudas, el más alto que el de Ourense ha plasmado en unas páginas a lo largo de su extensa carrera. Ayuda la espléndida edición por parte de Astiberri, un volumen de gran tamaño en el que las ilustraciones lucen mejor que nunca. Una obra que admite muchas lecturas gracias a las múltiples capas con que cuenta, un retrato de lo que se nos viene encima a corto plazo, el ser humano como plaga que resulta bastante más peligroso que la amenaza de turno en forma de meteorito.

Reseña realizada por Mario Olivera