Esta editorial de autor, que debe su nombre al café suizo donde nació el dadaísmo, apuesta por las historias de denuncia y por una cuidada relación con sus escritores
Surgida en 2006, Cabaret Voltaire se podría definir como una editorial de autor. Especializada en la traducción de literatura francesa, lleva a cabo una estrecha relación de trabajo con los autores, en su mayoría muy comprometidos, a los que promociona y cuida con esmero. Así lo sostiene Miguel Lázaro, uno de sus fundadores: “El editor se debe al autor, tiene una responsabilidad con él, se debe responsabilizar para que venda lo máximo posible, aparezca en prensa y que ese libro se conozca, que haya una promoción, una gira, unas entrevistas”.
Por lo general, editan autores “cuya literatura no se ha entendido con su generación” y que, por su modernidad, “han enganchado con un público especialmente joven”, como es el caso de Agustín Gómez Arcos o Annie Ernaux. “Son todos escritores muy valientes en su literatura y luchadores, casi visionarios. Es la magia de la literatura, que de pronto encuentra un filón. Para un autor tiene que ser lo más que, de pronto, la gente más joven te lea, no los de su generación, es lo que te da la inmortalidad”, agrega.
Con un criterio muy personal, así es como seleccionan los títulos que editan. “Es uno mismo el que va imprimiendo ese carácter personal a la línea editorial, si un lector se engancha a ella la va a entender muy bien, le van a gustar todos los títulos, porque el espíritu es el mismo, yo los elijo porque me tocan algo, están relacionados entre sí, todos encajan muy bien, hay muy pocas disonancias”, cuenta Lázaro, quien reconoce que es ahí donde encuentra la independencia de su editorial, ya que en ella hace lo que le gusta.
“Nos gusta mucho publicar la última novela del autor y que sea a la vez que en Francia, y después llevárnoslo de gira”, explica este miembro del dúo que forman Cabaret Voltaire, quien asegura que cuando empiezan a trabajar con escritores jóvenes y ven cómo evoluciona su carrera al mismo tiempo que en Francia “es muy bonito”, como ocurre con Leila Slimani, a quien otorgaron el Goncourt por su Canción dulce, editada por ellos.
“Cuando descubrimos un autor, solemos comprometernos con él y editar su obra completa, como hemos hecho con Annie Arnaux” asegura Lázaro, quien afirma que con su trabajo trata de “aportar algo nuevo, interesante”.
Con una media de 12 títulos al año, esta editorial de autores francófonos, apuesta por sacar libros más seguros. “Prefiero manejar como me manejo para crecer, yo soy más de la opinión de que no se trata de sacar muchos libros”, explica. “Nos basamos en apuestas más seguras, en dar una mayor promoción al autor y al libro y una buena atención para que pueda durar más tiempo en las librerías, tratar de que el librero lo conozca, se interese por él y que actúe de prescriptor”, añade. “Un libro puede tener mucha más vida de la que tiene ahora en España”, expresa este editor, que pasa temporadas en Francia, “donde los libros no tienen esa rotación que tienen en España”. “Allí te encuentras que los títulos de las mesas de las novedades no rotan tanto”, aclara Miguel Lázaro.
“Antes se vendían mucho más en librerías, no había esa sobreoferta que hay ahora, que es tremenda, las ofertas que han hecho los grandes grupos siempre han inundado el mercado, pero la sobreoferta que hay en el mercado de pequeñas editoriales es enorme, algo que enriquece la oferta pero también es echarnos piedras encima, se trata de un equilibrio muy sensible”, declara el editor, quien reconoce que se necesitan “cinco años para que el fondo de una editorial funcione”. “Se trata de un trabajo cuyo ciclo de rentabilidad es largo”, añade.
Además, hace referencia a la dificultad del mercado actual. “Antes tenías una mayor atención por parte de los lectores, los libreros, los medios de comunicación, pero ahora es mucho más difícil”, explica Lázaro, quien cuenta que el editor tiene dos relaciones: con los autores, por una parte, y con los libreros, por otra.
Una editorial que, como el resto, ha sufrido las consecuencias del Covid, ya que realizan muchas giras con los autores, pero que tiene muy clara su filosofía. “A veces sabemos que vamos a tardar años en que un título sea rentable, pero aun así se publica porque completan nuestra línea editorial”, matiza. “Son libros que funcionan muy bien en el fondo, no los rentabilizas en los primeros meses, pero luego sí a lo largo de toda la vida del libro. Toda la estructura de la editorial no necesita la novedad para ser rentable; con el propio fondo, la editorial ya se sustenta sola”, aclara. “Lo que he pretendido es que mi catálogo funcione, que esté vivo. Si no consigues darle una línea coherente a la editorial, es un fracaso, sobre todo cuando no editas mucho, es importante que el fondo mantenga una unidad”, concluye.
Los 5 imprescindibles de Cabaret Voltaire

- Canción dulce
Leila Slimani traducido por Malika Embarek López. 19,95€ (288 p) ISBN 978 849444348 0
Myriam, madre de dos niños, decide reemprender su actividad laboral en un bufete de abogados a pesar de las reticencias de su marido. Tras un minucioso proceso de selección para encontrar una niñera, se deciden por Louise, que rápidamente conquista el corazón de los niños y se convierte en una figura imprescindible en el hogar. Pero poco a poco la trampa de la interdependencia va a convertirse en un drama.

- El pan a secas
Mohamed Chukri traducido por Rajae Boumediane El Metni. 19,95€ (272 p) ISBN 978 849403531 9
Es época de hambre en el Rif. Una familia deja su casa y emprende el éxodo hacia Tánger en busca de una vida mejor. Pero la crueldad de un padre violento obliga al pequeño Mohamed a huir de casa. Es el camino del aprendizaje. Sufre el hambre, el miedo y la violencia en las duras calles de Tánger y Tetuán. En las noches pasadas bajo las estrellas, probará el sabor del sexo y la amargura de la prisión. Una geografía de miseria en donde crecer es descubrir el dolor, la injusticia y la compasión.

- La mujer helada
Annie Ernaux traducido por Lydia Vázquez Jiménez. 18,95€ (240 p) ISBN 978 849444340 4
Tiene treinta años, es profesora, casada con un ejecutivo, madre de dos niños. Vive en una casa confortable. Sin embargo, es una mujer helada. Igual que miles de mujeres ha sentido cómo su curiosidad, su impulso vital se iban anquilosando a fuerza de un trabajo que compaginar con compras que hacer, cenas que cocinar, baños de niños que preparar… Todo eso que se entiende por la condición normal de mujer. Annie Ernaux cuenta brillantemente esta alteración de lo cotidiano, este empobrecimiento de las sensaciones, esta dilución de la identidad; esclavitud a la que las mujeres son empujadas como a un desafío.

- Ana no
Agustín Gómez Arcos traducido por Adoración Elvira Rodríguez. 19,95€ (304 p) ISBN 978 849403535 7
Ana Paucha, que se llamaba a sí misma Ana no, era una mujer de mar, de sol, de dicha, prendada de su marido, pescador, y de sus tres hijos. El marido y los dos hijos mayores murieron en la guerra, el pequeño está preso. Ana no, a sus setenta y cinco años, cierra la puerta de su casa en un pueblecito almeriense y decide ir andando hasta la cárcel de su hijo para abrazarlo y darle el pan de aceite que ha amasado con sus propias manos. Inquietante viaje hacia el norte de España, viaje de amor y de muerte, de iniciación y de conocimiento. La novela nos brinda uno de los personajes femeninos más bellos de la literatura contemporánea, así como una admirable alegoría de la condición humana.

- El que es digno de ser amado
Abdelá Taia traducido por Lydia Vázquez Jiménez. 17,95€ (184 p) ISBN 978 849471084 1
Ahmed tiene 40 años, vive en París y es marroquí. Escribe a su madre, muerta hace cinco años, para saldar los asuntos que quedaron pendientes y contarle al fin que es homosexual. Envía una carta de ruptura a Emmanuel, el hombre al que ama apasionadamente, el hombre que lo llevó a Francia, que le cambió la vida, no siempre hacia mejor. También, Ahmed, recibe las cartas de Vincent y de Lahbib. Una novela epistolar para remontar en el tiempo hasta los orígenes de todo este dolor. Un libro sobre el colonialismo francés que perdura en la vida amorosa de un joven marroquí.